Si hay un plato que encapsula el sabor auténtico de la cocina española con pocos ingredientes, ese es sin duda las gambas al ajillo. Se trata de una receta sencilla pero repleta de sabor, en la que las gambas se cocinan con ajo, aceite de oliva y un toque de guindilla. Perfecto como tapa o entrante, este plato es conocido por su intensidad aromática y la suavidad de las gambas.
Recuerdo perfectamente la primera vez que probé este plato. Fue en un pequeño restaurante de El Sauzal, un encantador pueblo del norte de Tenerife. Yo era una niña que, sinceramente, detestaba todo lo que oliera a marisco o pescado. Pero aquel día, animada por mi padre, decidí darles una oportunidad. Para mi sorpresa, el sabor del ajo y el aceite de oliva superó cualquier expectativa que tenía del marisco. ¡Nada de ese olor fuerte que tanto me disgustaba! Aquellas gambas al ajillo me hicieron cambiar completamente de perspectiva.
¿Qué son las gambas al ajillo?
Las gambas al ajillo son un plato icónico de la gastronomía española, apreciado por su simplicidad y su capacidad para resaltar sabores intensos. Se trata de una de las tapas más populares tanto en bares y restaurantes de España como en locales internacionales, donde ha conquistado paladares con su autenticidad. La receta básica consiste en saltear gambas frescas y jugosas en una generosa cantidad de aceite de oliva virgen extra, acompañado de ajo laminado que, al dorarse, libera un aroma irresistible. Para los amantes del picante, la guindilla añade un toque de calor que contrasta a la perfección con la suavidad de las gambas.
Aunque los ingredientes son pocos y sencillos —gambas, ajo, guindilla y aceite—, el secreto del éxito de las gambas al ajillo reside en la técnica. Un buen control del fuego es clave para evitar que el ajo se queme y amargue el plato, mientras que las gambas deben cocinarse rápidamente para mantener su textura tierna y jugosa. La guindilla, opcional para algunos, aporta un picante suave y equilibrado, pero siempre se puede ajustar al gusto de los comensales.
El resultado es un plato lleno de sabor, donde el ajo, al dorarse, impregna el aceite de oliva, creando una salsa deliciosa que se convierte en el complemento ideal para mojar con pan crujiente. Esta receta es el ejemplo perfecto de cómo la cocina española transforma ingredientes cotidianos en una experiencia gastronómica que deleita y sorprende. Ya sea como aperitivo, tapa o plato principal, las gambas al ajillo son una delicia que nunca pasa de moda.
✅ Consejos Rápidos: Lea la receta en su totalidad antes de comenzar a cocinar. Esto le ayudará a comprender los ingredientes, los pasos y los tiempos involucrados, y le permitirá preparar el equipo o los ingredientes necesarios de antemano.
Receta de Gambas al Ajillo: Fácil, Rápida, Sabor Tradicional
Descripción
Las gambas al ajillo son un clásico de la cocina española, conocido por su sencillez y sabor intenso. Esta deliciosa tapa se prepara salteando gambas frescas en una sartén con abundante aceite de oliva virgen extra, ajos laminados y guindilla. El aceite se calienta a fuego medio, permitiendo que los ajos se doren ligeramente para liberar su aroma, mientras que las gambas se cocinan rápidamente, adquiriendo un color rosado y una textura jugosa. Al finalizar, se añade un toque de perejil fresco picado y, en algunas variantes, un chorrito de vino blanco para realzar el sabor. Se sirven caliente, acompañadas de pan para mojar en el aceite aromatizado, convirtiéndolas en una opción perfecta para compartir en reuniones y celebraciones.
Ingredientes Frescos y Sabrosos para Preparar tus Gambas al Ajillo
Cómo Preparar unas Deliciosas Gambas al Ajillo
Instrucciones Paso a paso
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Preparación de las gambas: trucos y consejos
Primero, pela las gambas, dejando la cola si lo prefieres para darle una mejor presentación. Asegúrate de retirar el intestino con cuidado, ya que puede afectar el sabor final del plato. Este detalle puede parecer menor, pero es fundamental para disfrutar al máximo de la textura suave de las gambas.
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Cocinando las gambas: tiempo ideal para evitar que queden secas
Calienta el aceite de oliva en una sartén a fuego medio y añade los ajos laminados. Cocina hasta que estén dorados, pero vigilando que no se quemen. Luego, añade las gambas y sube un poco el fuego. Cocínalas durante unos 2-3 minutos por cada lado. Es importante no cocinarlas demasiado, ya que las gambas se endurecen y pierden su jugosidad. En mi caso, el miedo inicial al olor desapareció por completo cuando el aroma del ajo empezó a llenar la cocina.
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El truco del ajo: cómo evitar que amargue
El ajo es clave, pero si se cocina demasiado, puede volverse amargo. Para evitarlo, asegúrate de no cortarlo demasiado fino y de mantener el fuego a temperatura media para que se dore lentamente, liberando todo su sabor sin quemarse.
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Presentación y sugerencias para acompañar
Las gambas al ajillo suelen servirse en cazuelitas de barro, manteniéndolas calientes hasta el momento de servir. Son perfectas acompañadas de pan crujiente para mojar en el aceite impregnado de ajo. ¡No hay mejor manera de disfrutar cada gota de este plato!
Porciones 1
Tamaño de la ración 150 g
- Cantidad por porción
- Calorías 210kcal
- % Valor diario *
- Grasa total 11g17%
- Grasa saturada 1.5g8%
- Colesterol 180mg60%
- Sodio 600mg25%
- Potasio 300mg9%
- Carbohidratos totales 4g2%
- Proteína 25g50%
- Vitamina A 300 IU
- Vitamina C 1 mg
- Calcio 50 mg
- Hierro 1 mg
- Vitamina E 1.49 IU
- Tiamina 0.1 mg
- Riboflavina 0.1 mg
- Niacina 2 mg
- Vitamina B6 0.2 mg
- Ácido fólico 10 mcg
- Vitamina B12 5 mcg
- Ácido pantoténico 0.5 mg
- Fósforo 250 mg
- Magnesio 0.82 mg
- Zinc 2000 mg
- Selenio 0.02 mcg
- Cobre 0.2 mg
- Manganeso 0.1 mg
* Los valores porcentuales diarios se basan en una dieta de 2000 calorías. Su valor diario puede ser mayor o menor dependiendo de sus necesidades calóricas. Además, los valores nutricionales pueden variar dependiendo de los ingredientes que realmente se han utilizado para hacer la receta, por lo que deben entenderse como una aproximación.
Notas
Selecciona gambas frescas: Para obtener el mejor sabor y textura, es crucial utilizar gambas frescas de buena calidad. Si no tienes acceso a gambas frescas, asegúrate de que las congeladas estén bien descongeladas y secas antes de cocinarlas para evitar que el plato quede aguado.
Controla el tiempo de cocción: Las gambas se cocinan rápidamente; por lo general, solo necesitan 2-3 minutos por cada lado. Cocinarlas en exceso puede hacer que se vuelvan duras y gomosas. Retíralas del fuego tan pronto como adquieran un color rosado y estén opacas.
User Reviews
buenísimas…
Muy buena receta!!!
Me encanta