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Cómo Preparar Pimientos de Padrón Fritos: Receta Tradicional Gallega

Pimientos de Padrón fritos en un plato con sal gruesa

Los pimientos de Padrón son una joya culinaria de Galicia que ha trascendido fronteras. Estos pequeños pimientos verdes, conocidos por su sabor único y su toque impredecible de picante, se han convertido en un clásico en las mesas de toda España. Aunque a simple vista parecen sencillos, cuando se fríen adecuadamente se transforman en un manjar lleno de matices que los amantes de la cocina no pueden resistir. Es uno de esos platos que, aunque fácil de preparar, ofrece una experiencia especial, sobre todo si has tenido la oportunidad de disfrutarlos en su tierra natal.

Recuerdo cuando visité Galicia con un amigo de toda la vida. Lo que comenzó como un simple viaje, se convirtió en una inmersión total en la esencia de los pimientos de Padrón. Él me llevó directamente a una finca local, donde conocí a un agricultor que me permitió recoger los pimientos directamente de la planta. Esa fue la primera vez que entendí de verdad la diferencia que puede marcar la frescura.

Consejos Rápidos: Lea la receta en su totalidad antes de comenzar a cocinar. Esto le ayudará a comprender los ingredientes, los pasos y los tiempos involucrados, y le permitirá preparar el equipo o los ingredientes necesarios de antemano.

Calificaciones 5 desde 2 votos
Métodos de Cocción
Tipos de Cocina
Tipos de Plato
Dificultad Principiante
Tiempo
Tiempo de Preparación: 5 mins Tiempo de Cocción: 5 mins Tiempo Total: 10 mins
Temperatura de Cocción 180  °C
Porciones 4
Coste estimado $  5
Calorías Aprox. 150 Kcal
Mejor temporada Verano
Dietario Vegana, Vegetariana
Descripción

Los pimientos de Padrón fritos son una tapa clásica de la gastronomía gallega, fáciles de preparar y con un sabor irresistible. Solo necesitas freírlos en aceite de oliva, espolvorearles sal gruesa y disfrutar de su mezcla única de suavidad con un toque ocasional de picante.

Ingredientes para Pimientos de Padrón Fritos
  • 400 g de pimientos de Padrón
  • 50 ml de aceite de oliva virgen extra
  • Sal gruesa (al gusto)
  • 1 limón (opcional para acompañar)
Cómo Freír Pimientos de Padrón Perfectamente: Paso a Paso
  1. Lava los pimientos:Pimientos de Padrón lavados y secos, listos para freírEnjuaga bien los pimientos de Padrón bajo agua fría para eliminar cualquier suciedad. Sécalos con un paño limpio.
  2. Calienta el aceite y fríe los pimientos:Pimientos de Padrón friéndose en una sarténEn una sartén grande, calienta el aceite de oliva virgen extra a fuego medio-alto. Cuando el aceite esté caliente, añade los pimientos de Padrón. Fríelos durante unos 5-7 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que estén dorados y la piel esté arrugada. Luego retira los pimientos de la sartén y colócalos sobre un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Por último espolvorea sal gruesa al gusto sobre los pimientos calientes.
  3. Servir:Plato de pimientos de Padrón fritos con sal gruesaSirve los pimientos de Padrón fritos en un plato, acompañados de rodajas de limón si lo deseas.
Datos Nutricionales

Porciones 4

Tamaño de la ración 100 g


Cantidad por porción
Calorías 139kcal
% Valor diario *
Grasa total 4.44g7%
Grasa saturada 0.57g3%
Sodio 8mg1%
Potasio 248mg8%
Carbohidratos totales 24.6g9%
Fibra dietética 4g16%
Azúcares 1g
Proteína 2.43g5%

Vitamina A 1.21 IU
Vitamina C 90 mg
Calcio 18 mg
Hierro 0.77 mg
Vitamina E 1.18 IU
Vitamina K 6 mcg
Tiamina 0.07 mg
Riboflavina 0.09 mg
Niacina 0.93 mg
Vitamina B6 0.16 mg
Ácido fólico 47 mcg
Ácido pantoténico 0.24 mg
Fósforo 38 mg
Magnesio 17 mg
Zinc 0.17 mg
Cobre 0.09 mg
Manganeso 0.23 mg

* Los valores porcentuales diarios se basan en una dieta de 2000 calorías. Su valor diario puede ser mayor o menor dependiendo de sus necesidades calóricas. Además, los valores nutricionales pueden variar dependiendo de los ingredientes que realmente se han utilizado para hacer la receta, por lo que deben entenderse como una aproximación.

Notas

Uso de aceite: Aunque la receta indica 50 ml de aceite de oliva virgen extra, una vez fritos, los pimientos se escurren y la cantidad de aceite absorbido es mínima. Esto permite disfrutar del plato con menos grasa.

Variedad de pimientos: No todos los pimientos de Padrón son picantes. En la preparación, es posible que encuentres algunos que tengan un sabor más intenso. Esto es parte de su encanto, así que ¡prepárate para una agradable sorpresa!

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María con el uniforme de cocinera
María
Cocinera y Administradora de cocinarhoy.com

¡Hola! Soy María, una apasionada cocinera con más de 10 años de experiencia. Me encanta explorar sabores y técnicas de diferentes culturas, creando recetas saludables y deliciosas. La cocina es mi forma de expresión y disfruto compartirla a través de mis platos. En mi tiempo libre, me gusta descubrir nuevos mercados y experimentar con ingredientes frescos. ¡Únete a mí en esta aventura culinaria

¡Gracias por imprimir la receta! Esperamos que la disfrutes y que te inspire a cocinar deliciosos platillos. Si tienes alguna pregunta o necesitas más recetas, no dudes en volver a visitarnos. ¡Buen provecho!

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Historia y Origen de los Pimientos de Padrón

Los pimientos de Padrón, pequeños en tamaño pero enormes en sabor, tienen su origen en la localidad de Padrón, situada en la comarca del Sar, en la provincia de A Coruña, Galicia. Aunque su fama está extendida por toda España, pocos conocen que estos pimientos llegaron a tierras gallegas desde el otro lado del Atlántico. Su historia comienza con los monjes franciscanos, quienes en el siglo XVI viajaron al Nuevo Mundo y trajeron consigo semillas de pimientos originarias de la zona de Tabasco, en México.

De América a Galicia: El Viaje de las Semillas

Al igual que muchos otros productos traídos durante la colonización, como el maíz y las patatas, las semillas de pimientos encontraron un terreno fértil en Galicia. Los monjes del Convento de Herbón, ubicado a las afueras de Padrón, comenzaron a cultivar estas semillas en el clima húmedo y templado de la región. Fue allí donde los pimientos comenzaron a adaptarse a las nuevas condiciones climáticas y de suelo, modificando ligeramente su sabor y apariencia. Aunque originarios de América, con el tiempo, estos pimientos gallegos desarrollaron características propias que los hacen únicos en el mundo.

El convento, además de ser un lugar de retiro y espiritualidad, también fue un centro agrícola donde los monjes experimentaron con varios cultivos traídos de América. Entre estos, los pimientos de Herbón, que más tarde serían conocidos como pimientos de Padrón, se destacaron por su fácil cultivo y su versatilidad en la cocina local. Los monjes fueron pioneros en su cultivo, y durante siglos, la tradición se mantuvo viva en esta zona.

El Clima y la Tierra: Factores Decisivos

Una de las razones por las que los pimientos de Padrón adquirieron su sabor particular es la combinación del clima atlántico y la fertilidad de los suelos gallegos. La proximidad al río Ulla y las características geográficas de la región brindaron a los pimientos un entorno idóneo para crecer. El resultado fue un pimiento de pequeño tamaño, con un sabor dulce pero que de vez en cuando sorprende con un toque picante, lo que ha generado la popular expresión: "Os pementos de Padrón, uns pican e outros non" ("Los pimientos de Padrón, unos pican y otros no").

Este fenómeno del picante se debe a la variabilidad en los niveles de capsaicina, el compuesto responsable del picor, que puede variar según las condiciones de cultivo, el riego, y la temperatura. No es algo que se pueda prever de antemano, y por eso, comer pimientos de Padrón se ha convertido en una experiencia divertida y arriesgada para muchos: un verdadero juego de azar gastronómico.

Los Pimientos de Padrón en la Gastronomía Gallega

Durante los siglos XVIII y XIX, los pimientos de Padrón ya eran conocidos en toda Galicia, especialmente en las áreas rurales. Eran un cultivo sencillo y rendidor, ideal para las pequeñas explotaciones agrícolas familiares que dominaban la zona. A finales del siglo XIX, su popularidad comenzó a extenderse más allá de la comarca, hasta convertirse en uno de los productos más reconocidos de la región.

No fue hasta el siglo XX que los pimientos de Padrón alcanzaron notoriedad en el resto de España. Gracias al auge del turismo en Galicia y al creciente interés por la gastronomía regional, este producto pasó de ser una tapa local a convertirse en uno de los aperitivos más conocidos y solicitados en todo el país. El plato de pimientos de Padrón fritos con sal gruesa se transformó en una de las tapas más representativas de la cocina gallega.

Denominación de Origen Protegida

En reconocimiento a su singularidad y al vínculo con su zona de origen, en 2009 los pimientos de Herbón (nombre oficial según su denominación de origen) obtuvieron la Denominación de Origen Protegida (DOP). Este sello certifica que los pimientos con esta distinción provienen exclusivamente de cinco municipios gallegos (Padrón, Dodro, Rois, Pontecesures y Valga) y que cumplen con estrictas normativas de cultivo y recolección. Este reconocimiento no solo preserva la autenticidad del producto, sino que también protege a los agricultores locales, asegurando la calidad de los pimientos en el mercado.

De la Tradición al Mundo

Hoy en día, los pimientos de Padrón han cruzado fronteras y son reconocidos a nivel internacional. Desde los mercados locales gallegos hasta los restaurantes de alta cocina, este pequeño pimiento se ha convertido en un símbolo de la gastronomía española. A pesar de su fama mundial, los mejores pimientos siguen siendo aquellos que se cultivan en las tierras gallegas, de forma artesanal, y con el cariño y dedicación que solo los agricultores locales pueden brindar.

Sin duda, los pimientos de Padrón han recorrido un largo camino desde su llegada a Galicia. Su historia está profundamente arraigada en la tierra y la cultura gallegas, y sigue siendo un emblema de la tradición agrícola de la región. Y aunque hoy en día podemos encontrar pimientos de Padrón en cualquier rincón de España, no hay nada como degustarlos directamente en su lugar de origen, en las fiestas locales o las pequeñas tabernas de la comarca de Padrón, donde cada bocado nos conecta con siglos de historia y tradición.

Ingredientes Frescos: La Clave del Sabor Auténtico

Uno de los secretos de los pimientos de Padrón fritos es la calidad de los ingredientes. Los pimientos deben ser lo más frescos posible, ya que su sabor cambia significativamente con el paso del tiempo. En mi caso, cuando tuve la oportunidad de recogerlos directamente del campo, pude notar la diferencia en la textura y el sabor. Prepararlos justo después de haberlos cortado de la planta les dio un sabor mucho más vibrante y una textura crujiente que rara vez he logrado replicar en casa.

Aunque puedes conseguir buenos pimientos en cualquier mercado, los cultivados localmente y recién cosechados son los que realmente destacan. La frescura y la calidad del aceite de oliva también juegan un papel crucial en esta receta, haciendo que cada bocado sea una explosión de sabor.

Cómo Freír Pimientos de Padrón Perfectamente

Freír pimientos de Padrón es una tarea sencilla, pero requiere atención para lograr los mejores resultados. El proceso empieza con lavar bien los pimientos y secarlos cuidadosamente. Luego, es cuestión de freírlos en una sartén con aceite de oliva bien caliente. El truco está en no freírlos demasiado tiempo: deben quedar tiernos pero con la piel ligeramente crujiente.

Durante mi visita a Galicia, el agricultor me enseñó a freírlos justo después de recogerlos, un detalle que marcó una gran diferencia. En ese momento, entendí que la temperatura del aceite y el tiempo de cocción son fundamentales. Freírlos en aceite muy caliente durante unos minutos, hasta que empiecen a aparecer ampollas en la piel, es clave. El resultado: pimientos con una textura crujiente por fuera y jugosa por dentro.

Pimientos de Padrón: Frescura y Sabor de Km 0

Dos pimientos de Padrón en la planta, listos para cosechar

Uno de los aspectos que más valoro al cocinar pimientos de Padrón es la posibilidad de usar ingredientes locales y frescos, lo que en gastronomía se conoce como productos de "Km 0". Cuando los preparé en Galicia, recién cortados, comprendí de primera mano la importancia de la frescura en la cocina. Es algo que no se puede subestimar. La intensidad del sabor era incomparable a los que había probado antes en casa. Aunque en Tenerife suelo comprarlos en el mercado, y siguen estando deliciosos, aquellos pimientos recién cosechados tenían un sabor más intenso, casi como si el lugar donde crecieron impregnara cada bocado con su esencia.

Este concepto de Km 0 no solo se aplica a los pimientos, sino también al aceite que uses para freírlos. Un buen aceite de oliva virgen extra de la región puede hacer que el plato pase de bueno a sublime.

El Papel del Aceite y la Sal en la Preparación

Jarra de aceite de oliva sobre una mesa de madera con olivas

Cuando se trata de freír pimientos de Padrón, el aceite y la sal son los grandes protagonistas. El aceite de oliva debe ser de alta calidad, y la cantidad de sal debe ser generosa. Después de freírlos, se deben escurrir bien y sazonar inmediatamente con sal gruesa. Esa combinación de sabores simples es lo que hace que este plato sea tan irresistible.

Durante mi experiencia en Galicia, el agricultor me comentó que la sal marina gallega también influye en el sabor. Aunque en casa utilizo sal gruesa de buena calidad, noté que los pequeños detalles, como el tipo de sal y el aceite usado, marcan una gran diferencia en el resultado final. Al final, son los ingredientes sencillos los que hacen destacar esta receta.

Consejos para Disfrutar de los Pimientos de Padrón en Casa

Si bien no todos podemos viajar a Galicia a disfrutar de pimientos de Km 0, hay formas de replicar esa autenticidad en casa. Aquí algunos consejos que he aprendido a lo largo del tiempo, tanto cocinando en Tenerife como en Galicia:

  • Compra pimientos frescos y pequeños: Los pimientos de Padrón auténticos son pequeños y de color verde brillante. Evita los que estén demasiado grandes o con manchas oscuras.
  • No escatimes en aceite: El aceite de oliva virgen extra es fundamental para lograr la textura perfecta. Usa una cantidad generosa para que los pimientos se frían de manera uniforme.
  • Sazónalos inmediatamente: Una vez que los pimientos estén fuera del aceite, agrégales sal gruesa mientras aún están calientes. Esto ayuda a que la sal se adhiera mejor y realce su sabor.
  • No todos pican, pero algunos sí: Y eso es parte de la diversión. Un pimiento de cada diez puede ser sorprendentemente picante, lo que añade un toque de emoción a la experiencia.

El Secreto del Verdadero Sabor de los Pimientos de Padrón

Preparar pimientos de Padrón fritos es mucho más que seguir una receta. Es una conexión directa con la gastronomía gallega y con los ingredientes frescos. Mi experiencia en Galicia me enseñó que la frescura y el entorno juegan un papel fundamental en el sabor final de este plato. Si bien es cierto que en casa puedes lograr resultados deliciosos, nada supera el freírlos recién cosechados. La próxima vez que prepares pimientos de Padrón, piensa en la tradición, la frescura y el amor que se pone en cada paso. ¡Buen provecho!